La criopreservación posibilitará la creación de bancos de órganos, dotando a la medicina “de recursos fabulosos, inimaginables hoy día”
----------------------------------------------------------------------------------------
Ya Albert Einstein dijo del tiempo que era implacable porque nunca deja fluir y todo lo que existe está sometido a su efecto. Ahora ese concepto de tiempo es la variable más restrictiva para un grupo llamado Crybiotech, nacido en la Escuela Superior de Ingenieros de Sevilla y cuyo responsable es el Dr. Ramón Risco Delgado. Este grupo integrado por estudiantes y profesionales de diversas ramas como la física, la biología, la ingeniería, la química…. está inmerso en un proyecto que a líneas generales pretende la conservación de órganos en frío.
Los trasplantes de órganos constituyen la mejor o única solución para la curación de determinadas patologías. Aún hoy, no se ha logrado encontrar un sustituto, ya sea natural o artificial para un órgano humano, lo que ha llevado a que muchos científicos y laboratorios hayan iniciado una competición por encontrar métodos permitan alarga lo máximo posible el tiempo que pueda mantenerse almacenado sin causar su deterioro.
El espacio temporal que transcurre desde una persona decide donar uno de sus órganos hasta que es recibido por un receptor adecuado debe ser el menor posible, dado que con las técnicas actuales el órgano sólo es capaz de mantenerse en buen estado varias horas.
El Doctor Ramón Risco, titular de la Universidad de Sevilla, del área de conocimiento de «Física Aplicada», adscrita al Departamento de Física Aplicada, entendió la necesidad de desarrollar una técnica que permitiera alargar lo máximo posible este tiempo de almacenamiento. Con ese objetivo comenzó a dirigir un proyecto multidisciplinar denominado “Preservación de tejidos y órganos para transplantes”, cuyo fin principal a corto plazo consiste en mejorar la técnica actual de conservación de órganos en hipotermia mediante la adición controlada de crioprotectores. Esto supondrá una disminución de los costes del trasplante, un menor deterioro del órgano y, lo que es más importante, mayores posibilidades de éxito.
Inició esta investigación con un sueño a largo plazo: posibilitar la creación de bancos de órganos, dotando así a la medicina de recursos fabulosos, inimaginables hoy día y provocando una gran revolución sanitaria y social.
----------------------------------------------------------------------------------------
Ya Albert Einstein dijo del tiempo que era implacable porque nunca deja fluir y todo lo que existe está sometido a su efecto. Ahora ese concepto de tiempo es la variable más restrictiva para un grupo llamado Crybiotech, nacido en la Escuela Superior de Ingenieros de Sevilla y cuyo responsable es el Dr. Ramón Risco Delgado. Este grupo integrado por estudiantes y profesionales de diversas ramas como la física, la biología, la ingeniería, la química…. está inmerso en un proyecto que a líneas generales pretende la conservación de órganos en frío.
Los trasplantes de órganos constituyen la mejor o única solución para la curación de determinadas patologías. Aún hoy, no se ha logrado encontrar un sustituto, ya sea natural o artificial para un órgano humano, lo que ha llevado a que muchos científicos y laboratorios hayan iniciado una competición por encontrar métodos permitan alarga lo máximo posible el tiempo que pueda mantenerse almacenado sin causar su deterioro.
El espacio temporal que transcurre desde una persona decide donar uno de sus órganos hasta que es recibido por un receptor adecuado debe ser el menor posible, dado que con las técnicas actuales el órgano sólo es capaz de mantenerse en buen estado varias horas.
El Doctor Ramón Risco, titular de la Universidad de Sevilla, del área de conocimiento de «Física Aplicada», adscrita al Departamento de Física Aplicada, entendió la necesidad de desarrollar una técnica que permitiera alargar lo máximo posible este tiempo de almacenamiento. Con ese objetivo comenzó a dirigir un proyecto multidisciplinar denominado “Preservación de tejidos y órganos para transplantes”, cuyo fin principal a corto plazo consiste en mejorar la técnica actual de conservación de órganos en hipotermia mediante la adición controlada de crioprotectores. Esto supondrá una disminución de los costes del trasplante, un menor deterioro del órgano y, lo que es más importante, mayores posibilidades de éxito.
Inició esta investigación con un sueño a largo plazo: posibilitar la creación de bancos de órganos, dotando así a la medicina de recursos fabulosos, inimaginables hoy día y provocando una gran revolución sanitaria y social.